"Ella nunca tuvo novio porque vive enamorada."
Alejandro Haddad
en el mismo instante en que suena ese tema
y todo se revuelve
no puedo pensar, no puedo hacer, no puedo mirar
ni saber
en este mismo instante lo comprendo, pero creo que no acepto
que no puedo o no quiero
o es de mentira
y el cielo se pone nublado, qué suerte
que bajen estos 40 grados que no sirven para una mierda
y me dejen respirar al fin
como quiero
como debo
o como creo
2mg
hoy no pinta una buena noche, no
falta el clonazepán en la mesa de luz
y el farmaceútico que, haciéndose el indiferente
me lo vende sin receta
se fue de vacaciones
de nada sirvieron la melatonina, ni las flores australianas
yo amo lo natural, pero mi cerebro , no
entonces hago como que hago las cosas
y viene ese recuerdo
otra vez
dos niños
uno se agiganta (la niña)
y el otro se empequeñece
fuertemente se amarra a la niña que crece
hasta ofrecerle sus pechos
de donde el niño mama y mama sin cesar
la niña ya no es más niña
es una anciana que llora
y el niño ya no mama
porque no le sirve más,
entonces la muere, laextirpa
la mata
pero ella , aún sobrevive
sin su clonazepán
miércoles, 13 de febrero de 2008
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14 comentarios:
Hola Gaby: un placer, entre dolorido y grato leerte, pero siempre bienvenida.
Martín
Fuertes y hermososo tus poemas, se parecen a la vida.
Un beso
Hilda
http://hilda-losterequesdehilda.blogspot.com/
No hay otra, Gabriela,llegamos a apretar las palabras y a esconderlas para remontar la cotidianía y otras veces las sacudimos como plumas o guiños brillantes para sobrellevar nuestra noche.
Venimos a parir y amamantar niños y palabras.
Un abrazo
Cuánta identificaciçon !!!! buenos tus poemas, desde Chiloé
Maravilloso y brutal. Un placer leerte, como siempre.
Un abrazo.
Intensos versos acuden a mi mirada.
Aunque no pinte una buena anoche,las luciérnagas que escapen del alma volverá bella a la oscura noche.
Un abrazo poético
y es bueno que la niña aprenda a vivir sin su clonazepan y el niño sin mamar...de todas maneras siemprees bueno jugar a ser niños una vez mas...
ojala tu verano te siga incendiando y sigas creando siempre, siempre...
Me resistí a las ayudas químicas durante muchos años; sin duda la soberbia de pensar: ¡yo puedo!, pero no pude, y me hice cargo de mis debilidades o de mi falta de paciencia para, no ya un nirvana esquivo, sino al menos un punto más modesto en el que mis neurotransmisores no anduvieran dispersos poniendo zancadillas al bienestar. Ahora no sé si hubiera podido, pero no me importa, porque no nací para santo, ni para mártir del suburbio; duermo bien, llevo mi vida, y hasta hay días en que creo que ser feliz es esto, saberme un mortal necesitado de los prodigios de la farmacología, un peón del gran ajedrez de las farmacéuticas, que hacen de viejos, locos y enfermos, la parroquia fiel que deposita el óbolo en la farmacia de la esquina. Sí, ellos, los peces gordos, hacen cruceros y se meten en Jacuzzis que les pago en una coproducción agradecida con miles de de adictos; pero ellos dependen de mí, tanto como yo de ellos, y bienvenida sea su prosperidad si puedo abrir los ojos de mañana y no taparme otra vez buscando el sueño; las zonas abisales que me alejen de otro día.
Lo peor (...lo mejor...) es que aunque estos 40 grados bajaran, respirar como se debe siempre va a seguir siendo difícil.
Creo que una de las claves del propio bienestar estriba en conocer las propias limitaciones. No podemos evitar que determinadas cosas nos sucedan y, en esto, la vida a veces es cruel; tiene algo de hada, pero también de vieja usurera y alcahueta... Creo, en fin, que parte de nuestra felicidad no depende de lo que tenemos, sino de cómo percibimos lo que tenemos. La ilusión por mejorar, pero también el saber aceptar los contratiempos, son claves en el camino. Y te digo todo esto porque, a veces, como muy bien dice el Lenguaraz, uno no puede solo con todo lo que se le viene encima, y necesita ayuda. Sea una mano, un apoyo moral o un ansiolítico, no está mal si nos ayuda a salir y a seguir creyendo que lo que tenemos ante nosotros es una hermosa y agridulce naranja, que hemos de exprimir y exprimir...
Un beso, Gabriela. Y una flor.
¿serà la percepciòn el cuerpo del alma?.
me emocionè leyendote (estoy temblando..., cosas de mi oscuridad supongo).
gracias por tanta hermosura!!.
Ella nunca tuvo novio porque vive enamorada.
Un placer.
Gracias a ti por visitarme.
Besos desde España.
Volveré enseguida.
Sobrecogedores versos...
Me gusta mucho tu poesía y la crudeza lírica de sus imágenes.
Un cálido abrazo.
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