martes, 27 de enero de 2009

Ya no caníbales , ni perros hambrientos. Un perrito faldero cruzando el umbral de una puerta sin llaves. Se quiere escapar. Como yo. En eso nos parecemos. Nunca accedí, uy , y eso me transforma , pero...que sería de esta enorme sutura , si ello no sucediera.

Una vez al menos, sangro y me desangro, ave rutilada del paraíso, que se vuelve a forjar como si nada. El cuerpo se abre, lo más sagrado, dijo alguien; qué mentira.

Todos mienten . Lo notaste ? A veces parecés formar parte de todo ese universo podrido, de mujeres que se creen hembras para poder llorar en el hombro de un macho que se la cree, de lectores de poesía que se desnudan para evitar el fracaso de su propio verso, de artistejos que se creen referentes de algo que jamás existirá.

Y se sotienen, son de barro, pero se sostienen y vos los ayudás. Entonces no me mientas , entonces no me beses , entonces ... entonces hubieras estado cuando al fin te llamé.